En los últimos meses, la creciente tensión en el Mar Rojo ha llevado a muchas navieras internacionales a ajustar sus estrategias de ruta, optando por abandonar la ruta más arriesgada del Mar Rojo y, en su lugar, rodear el Cabo de Buena Esperanza, en el extremo suroeste del continente africano. Este cambio representa, sin duda, una oportunidad de negocio inesperada para Sudáfrica, un país importante en la ruta africana.
Sin embargo, así como toda oportunidad conlleva un desafío, Sudáfrica se enfrenta a retos sin precedentes al aprovechar esta oportunidad. Con el drástico aumento del número de buques, los problemas de capacidad ya existentes en los puertos a lo largo de la ruta sudafricana se han agravado aún más. La falta de instalaciones y de servicios impide que los puertos sudafricanos puedan gestionar la gran cantidad de buques, lo que reduce considerablemente la capacidad y la eficiencia.
A pesar de las mejoras en el rendimiento de contenedores en la principal puerta de entrada de Sudáfrica, factores adversos como fallas de grúas y mal tiempo siguen contribuyendo a retrasos en los puertos sudafricanos. Estos problemas no solo afectan el funcionamiento normal de los puertos sudafricanos, sino que también suponen importantes dificultades para las empresas navieras internacionales que optan por circunnavegar el Cabo de Buena Esperanza.
Maersk ha emitido una alerta detallando los últimos retrasos en varios puertos de Sudáfrica y una serie de medidas que se están tomando para mitigar los retrasos en el servicio.
Según el anuncio, el tiempo de espera en el Muelle 1 de Durban ha empeorado de 2 a 3 días a 5. Para colmo, la Terminal 2 del DCT de Durban es mucho menos productiva de lo previsto, con buques esperando entre 22 y 28 días. Además, Maersk advirtió que el puerto de Ciudad del Cabo también ha sufrido una pequeña pérdida en sus terminales debido a los fuertes vientos, con retrasos de hasta cinco días.
Ante esta difícil situación, Maersk ha prometido a sus clientes que minimizará los retrasos mediante una serie de ajustes en la red de servicios y medidas de emergencia. Estas incluyen la optimización de las rutas de transporte de carga, el ajuste de los planes de carga de exportación y la mejora de la velocidad de los buques. Maersk afirmó que los buques que zarpen de Sudáfrica navegarán a toda velocidad para compensar el tiempo perdido por los retrasos y garantizar que las cargas lleguen a sus destinos a tiempo.
Ante un fuerte aumento de la demanda de transporte marítimo, los puertos sudafricanos experimentan una congestión sin precedentes. Ya a finales de noviembre, la crisis de congestión en los puertos sudafricanos era evidente, con tiempos de espera alarmantes para que los buques entraran en los principales puertos: un promedio de 32 horas para entrar en Puerto Elizabeth, en el Cabo Oriental, mientras que los puertos de Nkula y Durban tardaron 215 y 227 horas, respectivamente. Esta situación ha provocado una acumulación de más de 100.000 contenedores fuera de los puertos sudafricanos, lo que ejerce una enorme presión sobre el sector del transporte marítimo internacional.
La crisis logística de Sudáfrica lleva años agravándose, en gran medida debido a la falta crónica de inversión gubernamental en infraestructura para la cadena de suministro. Esto deja a los sistemas portuarios, ferroviarios y viales del país vulnerables a interrupciones e incapaces de hacer frente a aumentos repentinos en la demanda de transporte marítimo.
Las últimas cifras muestran que, durante la semana que finalizó el 15 de marzo, la Asociación Sudafricana de Transitarios (SAAFF) informó un aumento significativo en el número de contenedores manipulados por el puerto, alcanzando un promedio de 8.838 al día, un incremento considerable respecto a los 7.755 de la semana anterior. El operador portuario estatal Transnet también informó en sus cifras de febrero que la manipulación de contenedores aumentó un 23 % con respecto a enero y un 26 % interanual.
Hora de publicación: 28 de marzo de 2024
